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18-08-2015

La teoría de los dos Amodios

 

 

SURda

Notas

Ricardo Scagliola

La “causa Amodio” entra en el sprint final: mañana declararán más tupamaros y la jueza resolvería esta semana.

A esta altura de los acontecimientos, la jueza Julia Staricco está, por decirlo así, escribiendo un nuevo capítulo de la historia de los tupamaros. Lo que hace poco más de una semana comenzaba como una simple comparecencia al juzgado de la Ciudad de la Costa por la doble identidad acreditada en el pasaporte con el que Héctor Amodio Pérez ingresó al país (a nombre de Walter Salvador Correa Barboza) derivó, con el paso de las horas, en lo que abogados, jueces y fiscales dan ahora en llamar “la causa Amodio”. Los ex militares Asencio Lucero, Orosmán Pereira, Armando Méndez y Mario Aguerrondo, y tupamaros de todas las cepas, ya desfilaron por el tercer piso del juzgado de la calle Juan Carlos Gómez. Los últimos en prestar su testimonio fueron el ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, y el escritor Mauricio Rosencof, que declararon el viernes, y el ex presidente y actual senador del Movimiento de Participación Popular (MPP) José Mujica, que concurrió el sábado. Ministro y senador lo hicieron tras bambalinas, en la más estricta reserva, sin cámaras ni más testigos que la jueza, la fiscal y el defensor de Amodio, Andrés Ojeda. Los abogados de la parte denunciante no fueron convocados. La declaración de Mujica fue, en promedio, la más extensa: llegó al juzgado a las 10.00 y se retiró sobre el mediodía. Entró y salió del juzgado por la puerta de la calle Bartolomé Mitre. Este lunes declaran otros tres ex tupamaros: Alba Antúnez, el periodista Samuel Blixen y otro hombre señalado como “traidor” del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T): Mario Píriz Budes.

La jueza viene haciendo un vertiginoso zapping de los relatos de los protagonistas envueltos en la trama de la novela que rodea a Amodio Pérez. Tenía a mano un rebusque único, del que muy pocos jueces se privan: el de mantener los expedientes sin avanzar o avanzando a paso de tortuga. Las causas abiertas, sin desenlace, permiten un juego amplio, fortifican al magistrado y precaven de reacciones. Pero Staricco aceleró el trámite para no dormir el partido. De ahí que varias fuentes vinculadas a la causa dijeron a la diaria que esta semana será clave para la suerte del “traidor” tupamaro. Todo indica que mañana concluirán las indagatorias. Ese día, la jueza enviaría el expediente a la fiscal para que tome posición. Todo indica que la respuesta de la fiscal Stella Llorente se conocerá esta misma semana. Uno de los asuntos que Staricco deberá resolver es si, como plantea la defensa de Amodio Pérez, el ex guerrillero puede ampararse en la Ley de Amnistía para clausurar las actuaciones judiciales.

Los dos Amodios

Amodio Pérez pasó casi todo el fin de semana recluido en su habitación del hotel London. Salió, apenitas, para visitar a su familia en el barrio Brazo Oriental. El hombre que vino a Uruguay a plantear su versión pese a todas las limitaciones que se presentaban en su contra (una causa abierta en la Justicia, un pasaporte con un nombre distinto y el repudio generalizado del grueso de sus ex compañeros de filas) manifestó a los íntimos dos preocupaciones. La primera, que el nuevo cambio de identidad implique problemas para su posible retorno a España, con todo lo que ello le implica. Si en 1972 el ex guerrillero tupamaro pudo radicarse en las afueras de Madrid gracias a un acuerdo entre las dictaduras de España y Uruguay, en caso de regresar a España deberá hacerlo con el pasaporte uruguayo, en la medida en que el símil español a nombre de Correa Barboza fue incautado por el Ministerio del Interior de Uruguay. La segunda, que además de los cambios en el estatus migratorio, el cambio de identidad implica que podría dejar de percibir su jubilación. A esta altura de los hechos, y luego de varias comunicaciones entre los ministerios del Interior de España y Uruguay, las autoridades aventuran que volver a radicarse en la madre patria no será, para Amodio, tan fácil como en 1972.

En realidad, Amodio Pérez pensaba estar en Uruguay solamente 48 horas. Pero lo delató Walter Salvador Correa Barboza. Esto trastocó los planes del diario El País . La razón primera, relataron fuentes vinculadas al diario y a la editorial Ediciones de la Plaza, es que la organización del operativo para su vuelta a Uruguay obvió un detalle no menor: un acuerdo escrito en el que se deslindaran responsabilidades. Esto explica por qué el diario y la editorial debieron hacerse cargo de su seguridad personal, los gastos de alojamiento y hasta los honorarios del abogado. El diario incluso había previsto una edición especial del behind the scenes del regreso del “traidor” del MLN-T, que con el paso de los días se viene transformando en documental. Por lo pronto, fuentes vinculadas al diario y la editorial confirmaron a la diaria que hubo reuniones entre El País , Ediciones de la Plaza, Amodio Pérez y su mujer para analizar cómo continuar la relación contractual. Consciente de la posibilidad cierta de ser procesado, Amodio Pérez ya avisó: “A las rejas no llego”. Algunos ven en esa afirmación la eventualidad de una enfermedad terminal, o simple altruismo por torcer la historia oficial de los tupamaros. Otros piensan que Walter Salvador Correa Barboza se cansó de Amodio. Y que quiere volver a España. Como sea.

Fuente: http://ladiaria.com.uy/articulo/2015/8/la-teoria-de-los-dos-amodios/

 


 
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